Este sí que es un gran reto, el de conseguir extraer momentos de bienestar, placer, felicidad, satisfacción a la vida cotidiana. Dejarnos impregnar de lo bueno y positivo que nos rodea. Dejando que lo que ocurre, sea. Y que dejemos marchar aquello que nos causa malestar o dolor. Sólo desde la aceptación es más llevadero todo lo que vivimos.
Me rondaba en la cabeza pintar con los dedos. Y gracias al reto del Desván del arte, me decidí a dejarme llevar. Eso sí, había un combo de color a seguir, y ciertos requisitos (tela, madera, cáscara de huevo), a escoger uno, dos o tres.
Os lo muestro:
Trabajé con pintura acrílica: blanco nacarado, negro, y con las mezclas fuí estableciendo la gama de colore demandada.
Utilicé tintas negra, azul y gris metalizadas. Rotuladores fabercastell azul y gris, gesso blanco para la base, tela blanca, tela de canvas para el corazón, tejano, puntilla, hilos de varios colores y tul. Pasta para dar dimensión, sellos y plantillas varias...
En fin, no podéis imaginar cómo me quedó la cocina tras el despliegue de material esparcido por todas partes. Lo peor es recoger cuando has acabado, porque si no, no hubiera podido preparar la cena!
El hecho de que hayan dos paginas es porque se me olvidó por completo añadir la tela, madera o cáscara de huevo. O sea, que tuve que confeccionar una segunda página para que cumpliera algún requisito aparte del combo de color.
Espero que estéis muy bien. Que seáis felices.
Besotessss
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